martes, 10 de abril de 2012


Infección de la mano


    La mano esta expuesta a la invasión bacteriana. Los traumatismos suelen ser causa de la mayor parte de las infecciones, pero en muchos casos no ha habido herida manifiesta.

    Recordemos que los signos clásicos de la inflamación son tumor, dolor, calor y rubor, hay que añadir la perdida de la función; todos existen en la mano infectada. Sin embargo pueden estar modificados por la anatomía de la región. Así, por ejemplo el tejido conectivo denso de los dedos y de la palma tiende a limitar la infección, y con tal motivo produce dolor intenso.

    El paciente según sea la intensidad de la infección, puede reaccionar ligeramente con hipertermia de un grado, aproximadamente, o puede presentar escalofríos y fiebre alta. 

    -Panadizo. Se trata de una inflamación supurada aguda limitada a la pulpa de la punta del dedo. La infección suele llegar a esta región cerrada por una punción o una herida sin importancia. Las paredes de este espacio son tan resistentes que en su interior aumenta rápidamente la tensión y el dolor es intenso y pulsátil, sobre todo cuando el paciente pone el dedo en posición en declive.



   -Paroniquia. Consiste en la infección que se inicia en la piel de la uña (padrastro). Hay hinchazón y enrojecimiento de la piel alrededor de los lados y la base de la uña, que tiene color rojo, esta inflamada y es muy dolorosa.
   -Ántrax de la mano. Es muy particular y se caracteriza por presentar un centro necrótico central del cual sale pus por varias aberturas.
 
   -Infecciones por mordeduras humanas. Los microrganismos de la boca producen infecciones anaerobias pútridas progresivas. A menos que se descubran y traten de inmediato, una herida sin importancia puede causar perdida de la mano o del brazo por celulitis anaerobia gangrenosa invasora. Puede haber signos de linfangitis, y a veces la lesión inicial exuda líquido pútrido. La piel tiene un tono violáceo peculiar que indica el carácter de la infección necrosantes que diseca las estructuras.

   -Tendosinovitis.  Las vainas tendinosas del dedo meñique y del pulgar se hallan casi siempre en relación con las vainas o bolsas tendinosas que pasan por debajo del ligamento anular  hasta un punto inmediatamente por encima de la articulación de la muñeca. La vaina del dedo meñique suele comunicar con la bolsa cubital y la del pulgar se continúa con la vaina radial, de manera que el pus que se halla en una de ellas penetra fácilmente en la otra. El pus en las vainas tendinosas de los demás dedos, aunque no están en comunicación directa con los espacios aponeuróticos de la palma de la mano, puede extenderse  a ellos. Las infecciones del dedo índice se abren en el espacio tenar, las del dedo medio y anular en el espacio palmar medio.

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